

Bienvenido
En lo alto de una colina, en el corazón de la Ruta del Vino de México, La Villa del Valle es una pequeña posada de lujo para el viajero exigente. Este santuario privado y relajante se encuentra en el hermoso Valle de Guadalupe, con imponentes vistas panorámicas de viñedos, olivares y montañas en todas direcciones. Tus anfitriones, Eileen y Phil Gregory, esperan darte la bienvenida y compartir contigo su sueño. CARTA DE EILEEN Este es un resumen de quiénes somos, qué hacemos y qué es importante para nosotros. Tenemos muy pocos certificados ya que somos un pequeño negocio familiar, y estamos menos interesados en obtener credenciales y más enfocados en los resultados. Dicho esto, a continuación encontrarás una descripción —no tan breve— de Grupo La Villa del Valle. La sostenibilidad y las artes han sido las dos luces que han guiado mi vida durante más años de los que quisiera recordar. Hace más de 30 años, junto con UPCTV de John Malone y los socios Dave Stewart de Eurythmics, Deepak Chopra y Morgan Mason de London Films, fundé Innergy, un canal paneuropeo de televisión por cable que transmitía en 17 países de toda Europa. Fue un gran reto en aquella época, ya que había muy poco contenido disponible y no había mucho interés en lo que ahora es una gran preocupación para muchos. Aquí hay un enlace a un artículo de la BBC sobre el lanzamiento del canal: http://news.bbc.co.uk/2/hi/entertainment/701031.stm . Aunque el artículo se centra en el crecimiento personal, la programación, misión e identidad de Innergy era educar a los espectadores sobre la importancia de poner nuestras habilidades y recursos al servicio del bien común. Educar a las personas sobre cómo vivir conscientemente y proteger el medio ambiente han sido desde hace mucho tiempo mis pasiones. Formé parte del consejo de Television Trust for the Environment durante casi 10 años, creando programas y contenidos para concienciar sobre los problemas ambientales globales y así marcar la diferencia: https://tve.org/ . Grupo La Villa del Valle es, en muchos sentidos, la forma de “predicar con el ejemplo” y vivir de una manera que respete a nuestro equipo, a nuestros vecinos y a nuestro entorno. Tenemos tantas mujeres como hombres trabajando con nosotros en puestos de gran responsabilidad, tales como gerenta de Vena Cava, gerenta de Troika, gerenta de Baja Botanic, administradora, gerenta del hotel, contadora ¡y por supuesto yo! Desde el principio, en 2002, nos hemos esforzado por crear un modelo de lo que llamamos “vida consciente” para compartir con los demás. Construimos la villa bajo principios de energía solar pasiva, utilizamos materiales locales siempre que fue posible, solo pigmentos y materiales naturales, creamos un sistema para separar aguas grises de aguas negras, instalamos sanitarios de bajo consumo y regaderas ahorradoras, sistemas de captación de agua, capacitamos a nuestro personal en ahorro de agua, adquirimos paneles solares y emprendimos la misión de ser lo más sostenibles posible en todo lo que hacemos, reduciendo nuestra huella en todas las formas a nuestro alcance. Lo primero que hicimos fue plantar un huerto, olivares y viñedos. Desde el primer día hemos sido orgánicos y estamos certificados como orgánicos tanto en EE. UU. como en México. Tenemos miel de nuestras abejas, producimos aceite de oliva propio y Baja Botanica, nuestra línea de champú, acondicionador, lociones corporales, velas y jabones orgánicos y biodegradables. Por supuesto, hacemos composta y alimentamos a nuestros animales con lo que de otro modo sería desperdicio de cocina. Ofrecemos talleres de elaboración de velas y jabones, demostraciones de destilación a pequeña escala de plantas para aceites esenciales, clases de apreciación del vino, elaboración, mezcla y maridaje, así como distintos retiros y talleres a lo largo del año. Cuando llegamos al valle, había muy poco de todo, así que hicimos todo lo posible por ser autosuficientes. Una parte importante de nuestro objetivo fue el alcance comunitario, creando conocimiento y oportunidades para que prosperaran industrias locales. Con el crecimiento exponencial del valle en los últimos años, nos complace ver la adopción de valores fundamentales de cuidado de la tierra y su gente, las prácticas de agricultura regenerativa que ahora se emplean ampliamente en el valle, la defensa de la preservación de plantas nativas y, sobre todo, la importancia de ahorrar y captar agua por cualquier medio posible. El valle es un ecosistema muy delicado y necesita protección. Hacemos todo lo posible para educar a nuestros vecinos sobre la importancia de proteger este lugar tan especial. Varios actores (incluyéndonos a nosotros) han luchado durante más de una década para que el gobierno aprobara un plan de gestión de uso de suelo que incorpore reglas sobre contaminación acústica, contaminación lumínica, eventos masivos y, por supuesto, restricciones al uso de suelo para construcción, dividiendo el valle en 4 categorías que limitan qué se puede construir y dónde. Ahora tenemos esta ley en vigor, pero aún luchamos por garantizar su cumplimiento. Tengo entendido que esta es la única parte de México que cuenta con una regulación de este tipo. Nosotros mismos reparamos los caminos, además de organizar a nuestros vecinos para participar tanto económicamente como ayudando a limpiar la basura tirada en las carreteras varias veces al año. Apadrinamos un equipo de futbol local, apoyamos escuelas y orfanatos y hemos entregado despensas a miembros de la comunidad en necesidad, especialmente durante la pandemia. Instalamos un parque infantil en la primaria local, iniciamos y financiamos un campamento de verano para los niños de la zona. Cuando digo “nosotros”, entiendan que en la mayoría de los casos me refiero no solo a nosotros, sino también a nuestros vecinos y colegas. La generosidad de esta comunidad es, para mí, lo que hace que el Valle de Guadalupe sea tan único y un lugar tan maravilloso para vivir y trabajar. En conjunto hemos recaudado fondos para apoyar a nuestro cuerpo de bomberos voluntarios, comprando equipo, uniformes, una ambulancia y camiones de bomberos, además de organizar capacitación en combate de incendios. Siempre que hay un incendio, muchos de nosotros ayudamos enviando trabajadores, comida, agua, electrolitos, comprando gasolina y haciendo todo lo posible para colaborar. Es verdaderamente inspirador vivir entre vecinos tan comprometidos con la comunidad. Durante los últimos 8 años he presidido una conferencia anual sobre sostenibilidad. Bajo el auspicio de Provino, estas conferencias son 100% gratuitas y abiertas al público, ofrecen visitas de campo, talleres y un corredor ecológico con stands de proyectos relevantes para promover sus organizaciones. Los temas incluyen agua, ecoturismo, ecoagricultura, desarrollo sostenible, entre otros. En los últimos dos años nos hemos aliado con la Berry Good Food Foundation, incorporando su exitoso e influyente Future Thought Leaders Panel, grabado en colaboración con UCTV, que ha alcanzado más de 15 millones de espectadores y ganado varios premios de periodismo. Fui miembro fundadora de Berry Good Food Foundation y, durante varios años, hemos tenido nuestro propio comité Berry Good Food Baja, del cual soy presidenta. Hemos instalado huertos en escuelas, orfanatos y comunidades indígenas en el valle, además de enseñar clases de agricultura y nutrición a los niños. También brindamos apoyo y experiencia a otras iniciativas locales con la misma visión. Este mismo mes, Berry Good Food Baja junto con This Is About Humanity e ICF instalaron huertos verticales en dos albergues para niños migrantes en Tijuana. Esperamos expandir este modelo a otros refugios de migrantes en la ciudad. Espero que esto no suene como un “miren lo que he hecho”. Cuando hablo de mí, en realidad hablo de las fundaciones o de nuestro grupo. De más está decir que Grupo La Villa del Valle aporta dinero, donaciones, personas y es patrocinador de todos nuestros esfuerzos. No llevamos este negocio para hacer una gran fortuna. Lo hacemos como una forma de vida. Hemos tomado valores humanos como la nutrición, la comunidad, la belleza, el respeto y la diversidad como nuestro mantra. Consideramos a nuestro equipo como nuestra familia y nos enorgullece tener personas que han estado con nosotros durante 20 años y que, a su vez, nos han hecho parte de su familia. La ayuda mutua y la equidad son nuestros principios rectores. Procuramos tratar a todos y todo con respeto, y compartimos estos principios con nuestros huéspedes. Como hotel, nos esforzamos en ofrecer una forma de desconectarse, de vivir serenamente en, con y rodeados de naturaleza. La simplicidad, el silencio y la calma brindan la oportunidad de relajarse y disfrutar del entorno. Pasear por nuestras 70 hectáreas en contacto con los sonidos, aromas y paisajes del campo; convivir con nuestros burros; visitar nuestro parque de esculturas; hacer yoga; desayunar sano con yogur, mermeladas, panes y huevos de nuestras gallinas; miel de nuestras abejas; o tomar infusiones de hierbas cultivadas aquí es parte fundamental de lo que somos. La bodega es un espacio para la experimentación y las nuevas ideas. Fuimos la primera vinícola en hacer vinos naranjas y la primera en elaborar Pet Nat. Fuimos la segunda en producir vinos naturales y espumosos por método tradicional. La mínima intervención es nuestra política constante en todos nuestros vinos. La propia bodega se ha vuelto icónica. El diseño de Alejandro d’Acosta y Claudia Turrent utiliza materiales reciclados y reutilizados, y está básicamente tallada en la ladera de la montaña. Troika, nuestro food truck gastronómico, utiliza productos de nuestro huerto e ingredientes orgánicos locales. Tenemos ovejas, gallinas, pavos, burros rescatados, patos y perros muy amistosos que adoran acompañar a los huéspedes en sus paseos. Podría seguir y seguir —de hecho, ¡creo que ya lo hice!—. Además de todo lo anterior, somos grandes defensores de las artes. He sido copresidenta de la gala VIP del Museum of Latin American Art de Long Beach durante los últimos dos años. Nuestro parque de esculturas presenta a reconocidas artistas mexicanas y, como parte de su residencia, desarrollan proyectos con niños locales. Pasé muchos años como miembro fundadora de la Mr. Holland’s Opus Foundation, una organización benéfica que dona instrumentos a escuelas públicas en EE. UU.
Nuestra Propiedad
Ubicada en el centro de la Ruta del Vino de México, a solo 1 hora y media de San Diego, California, pronto estarás en un terreno de 70 acres con impresionantes vistas en todas direcciones, contacto directo con la naturaleza y una privacidad gloriosa. La Villa del Valle es verdaderamente un lugar tranquilo para alejarse de todo. Pasea por la propiedad, relájate bajo la sombra de los olivos, recorre el laberinto y el parque de esculturas, explora los huertos frutales y los jardines de vegetales, visita el viñedo, practica la observación de aves, disfruta de nuestra alberca y jacuzzi; incluso puedes jugar bochas o simplemente sentarte a contemplar las amplias vistas desde la logia, la terraza o la comodidad de tu habitación. Servicios de spa y yoga disponibles bajo solicitud.